Lo que debes saber sobre la Ley de bienestar animal en España

La protección de los animales es un tema que cada vez preocupa más a la sociedad española. Según una encuesta realizada por el CIS en 2021, el 86,6% de los españoles considera que los animales tienen derechos y el 77,4% está a favor de endurecer las penas por maltrato animal.

Además, el número de hogares con mascotas ha aumentado en los últimos años, alcanzando los 13 millones en 2020.

Ante esta realidad, el Gobierno español ha impulsado una nueva ley de bienestar animal que pretende armonizar y actualizar la normativa existente en las diferentes comunidades autónomas, así como incorporar las recomendaciones de organismos internacionales como la Unión Europea o la Organización Mundial de Sanidad Animal.

La nueva ley, que fue aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado 9 de febrero de 2023 y que aún debe ser tramitada en el Senado, establece numerosos cambios que afectan directamente tanto a quienes ya tienen mascotas como a aquellos que quieran hacerse cargo de un animal doméstico.

Estas son algunas de las principales novedades que debes conocer:

  • Se reconoce a los animales como seres sintientes, es decir, capaces de sentir emociones y sufrimiento, y no cómo simples objetos o bienes muebles. Esto implica que se tendrán en cuenta sus intereses y necesidades en caso de separación o divorcio de sus dueños, así como en los procesos judiciales o administrativos que les afecten.

  • Se prohíbe el sacrificio de animales sanos o abandonados, salvo por motivos sanitarios o humanitarios

  • Se fomenta la adopción responsable y se regula la esterilización obligatoria de los animales que no se destinen a la reproducción controlada.

  • Se establece un sistema nacional de identificación y registro de animales domésticos mediante microchip.

  • Se endurecen las sanciones por maltrato animal, que podrán llegar hasta los 200.000 euros o dos años de cárcel en los casos más graves.

  • Se considera maltrato cualquier acción u omisión que cause daño físico o psicológico al animal, así como su abandono, su utilización para peleas o espectáculos crueles, o su sometimiento a condiciones inadecuadas de alojamiento, alimentación, higiene o atención veterinaria.

  • Se limita la tenencia de animales potencialmente peligrosos, que deberán estar inscritos en un registro específico y cumplir con una serie de requisitos como disponer de un seguro de responsabilidad civil, llevar bozal y correa en lugares públicos, o pasar un test psicológico tanto el dueño como el animal.

  • Se prohíbe la cría, venta o cesión de estos animales sin autorización.

  • Se regula la venta y cesión de animales domésticos, que solo podrá realizarse por personas autorizadas y bajo unas condiciones sanitarias y éticas adecuadas.

  • Se prohíbe la venta ambulante o por internet sin garantías, así como la entrega de animales como premio, reclamo publicitario o regalo.

  • Se establecen unos principios generales para garantizar el bienestar de los animales domésticos, como proporcionarles una alimentación suficiente y equilibrada, agua potable, un alojamiento confortable y seguro, una atención veterinaria adecuada, una socialización positiva con otros animales y personas, y unas condiciones ambientales apropiadas para su especie y raza.

  • Se crea un Consejo Estatal de Bienestar Animal como órgano consultivo y de participación social en esta materia.

  • También se prevé la creación de un Fondo Estatal para el Bienestar Animal destinado a financiar programas y proyectos relacionados con la protección, el cuidado y la adopción de los animales domésticos.

La nueva ley de bienestar animal supone un avance significativo en el reconocimiento y la defensa de los derechos de los animales en España. Sin embargo, también implica una mayor responsabilidad por parte de quienes conviven con ellos o desean hacerlo.
Por eso, es importante informarse bien sobre las obligaciones y las consecuencias que conlleva tener una mascota, así como sobre las alternativas que existen para ayudar a los animales que lo necesitan, como el voluntariado, el apadrinamiento o el acogimiento temporal. Solo así podremos garantizar una convivencia respetuosa y armoniosa entre los humanos y los animales.

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